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viernes, 31 de octubre de 2008

Mario Beneditti


El siguiente texto es de Mario Benedetti, poeta Uruguayo, y me lo envió una persona que es de las más importantes que he conocido, una persona que con sus consejos, su sensibilidad y su sencillez dio un vuelco interesante a mi vida y cuya presencia estará conmigo siempre.
Norma, gracias por existir.


"La gente que me gusta"


"Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.

Me gusta la gente con capacidad para sumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de si, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto. Me gusta la gente que posee sentido de la justicia. A éstos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada. Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera. Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente para no volver a cometerlos. La gente que lucha contra adversidades. Me gusta la gente que busca soluciones.
Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por el estereotipo social ni como lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen. Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, la humildad, el arrepentimiento y el amor por los demás y propio, son cosas fundamentales para llamarse GENTE.
Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mi, me doy por bien retribuido.

GRACIAS POR SER DE ESA GENTE".

No cabe duda que compartimos muchas cosas.

Saludos

martes, 21 de octubre de 2008

Tiempo


Einstein decía que el tiempo es relativo, y que se podía afectar con la gravedad, que de acuerdo a la velocidad del desplazamiento de los cuerpos se podría adelantar o atrasar el tiempo, no sé...me enredo un mucho. Otros dicen que el tiempo no existe, que si la tierra no girara sobre su eje no habría día ni noche y por lo tanto sería imposible medir el tiempo, pero trascurrimos ¿no? Entonces hablar de tiempo es hablar de algo que no afecta a todos por igual, el tiempo es diferente para un perro, para un elefante y para un humano; nuestra vida se mide en años, que es una relación del tiempo transcurrido desde que nacemos hasta que morimos, pero no es igual: unos viven más otros menos, el tiempo de vida de cada quien es único, bueno, eso creo.
Lo que quería decir es que: ¡cómo pasa el tiempo! Caray parece que fue ayer cuando sucedían tantas cosas buenas, y ahora los días trascurren de prisa, de prisa, se va un día y otro también, se pasan rápido las semanas, los meses y los años. ¿Cuánto hemos avanzado en estos años?, es más, ¿hemos avanzado?, vamos ganando años y sería interesante sentarse un momento a reflexionar a dónde hemos llegado, ¿soy lo que quería ser? Me han servido estos años para darme cuenta que la vida es cada vez más breve, siento que, en lo particular, sí he avanzado; tengo más conocimiento, más visión, madurez; de repente me siento más capaz de muchas cosas, siento que tengo experiencia, que ya tengo un buen camino recorrido y que no me arrepiento de las decisiones que he tomado, he aguantado el dolor y he disfrutado la alegría, he vivido mi tiempo.
No puedo decir lo mismo de muchos que me rodean, se han pasado su vida estancados en una época, que si bien fue agradable, ya pasó; me entristece un poco ver a personas que compartieron algunos años conmigo rezagarse, esperando no sé bien qué de la vida, de su misma vida; creo que tenemos mucho por lo cual crecer, no sólo madurar, saber para qué estamos aquí. Yo lo sé en mi vida, sé para qué estoy aquí y me gusta, descubro nuevas cosas cada día, pero dentro de mí y eso me gusta mucho, quisiera que muchas personas que estimo, sintieran ese cosquilleo de sentirse vivos sabiendo el porqué de su existencia. Somos seres de poder... Se los aseguro.
Saludos

martes, 14 de octubre de 2008

Los 7 pecados


Casi nadie recuerda bien cuales son los 7 pecados capitales (según la Biblia), bueno pues aquí están:
1.- Soberbia: "Consiste en una alta estima de sí mismo
, o amor propio indebido, que busca la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con Dios". Y digo yo: ¿quién no ha sido soberbio alguna vez en su vida? yo creo que en más de una ocasión sentimos que no nos merece ni el suelo que pisamos, pero bueno, habrá quien lo niegue.
2.- Avaricia: "Inclinación o deseo desordenado de placeres o de posesiones". Que no me venga alguien que no sueña con ganarse el melate.
3.- Lujuria: "El deseo desordenado por el placer sexual". ¿Desordenado?, habría que desmenuzar el significado de "desordenado", la mayoría de los hombres que conozco (y algunas mujeres, aunque lo nieguen) adolecen de este pecado.
4.- Ira: "El sentido emocional de desagrado y, generalmente, antagonismo, suscitado por un daño real o aparente. La ira puede llegar a ser pasional cuando las emociones se excitan fuertemente". Aquí si no le voy a creer a nadie de que no a pecado, todos nos enfadamos y llegamos a sentir ira, nadie está exento, nos desesperan varias cosas o personas y pues ni modo.
5.- Gula: "Es el deseo desordenado por el placer conectado con la comida o la bebida". La comida mexicana es la mejor del mundo, ni modo de no ser goloso. Además como dice el dicho: "De que se desperdicie a que me haga daño...".
6.- Envidia: "Rencor o tristeza por la buena fortuna de alguien, junto con el deseo desordenado de poseerla". Me causan risa los que tienen envidia "de la buena".
7.- Pereza: "Falta culpable de esfuerzo físico o espiritual; acedía, ociosidad". Yo todas las mañanas peco de Pereza, pero luego se me quita.
Bueno, pues he llegado a la conclusión que soy todo un pecador, pero es por desordenado y no por mala fe
.

martes, 7 de octubre de 2008

Felicidad


Qué es la felicidad?, Muchos dirán que es la culminación de una vida en la que se ha buscado posición, bienes y un amor verdadero o tal vez un trabajo seguro y tener unos hijos modelo, alguien más podrá decir que la felicidad estriba en realizarse y alcanzar las metas que se propuso.
Cada quién podrá dar su definición, aquí va la mía:
Mi felicidad no es cuánto dinero tengo, ni cuánto he gastado sino lo que me he divertido consiguiéndolo y derrochándolo. Mi felicidad no es el grado de estudios que alcancé ni todos los años que estudié, sino el asombro que me ofreció cada descubrimiento del conocimiento, la calidez de apreciar la historia, las ciencias, las artes y todo lo que me ayudó a obtener un sentido común sólido. Mi felicidad no es cuánto camino y mundo he recorrido, sino el sentirme parte de un todo maravilloso y de ver mi sombra deambular por donde pasaron generaciones y generaciones de personas que pusieron su granito de arena para transformar el mundo. Mi felicidad no es el haber tenido hijos, sino haber tenido el privilegio y la responsabilidad de unas vidas en mis manos, el enseñarles a caminar, con pequeños pasos, por el mundo y sentirme orgulloso del carácter y la templanza que muestran cada día. Mi felicidad no es amar y haber sido amado, sino saber que fui capaz de sentir y hacer sentir esa gran experiencia, causa principal de muchos giros del universo; de entregar incondicionalmente parte del alma y del corazón sin esperar nada a cambio, sólo por el placer de dar. Mi felicidad no me la dio nadie, ni amigos, ni parientes, ni hijos, ni amores; mi felicidad la conseguí siendo parte de este mundo y el conocer a la gente que me rodea, agradecido por lo que aprendí de todas y de cada una de las personas con las que conviví, de encontrar en mi mismo parte de todas ellas y saberme individual. Mi felicidad no es una meta alcanzada, es el placer de sentirme vivo, en mi momento y con mis cosas; en mi lugar y con todo lo que carga mi equipaje: mis vivencias, mis risas, mis lágrimas, mis logros, mis fracasos, mis frustraciones y mis pavoneos, porque soy yo y soy feliz por ello.
Pobres de los que esperan encontrar la felicidad en algo o en alguien...pobres en verdad...

miércoles, 1 de octubre de 2008

Casas grises


Hoy, mientras me dirigía por la mañana al trabajo, contemplaba las casas a ambos lados de la ruta y me asaltó de pronto lo gris del paisaje. Es curioso pero cuando se habla de la "selva de cemento" no se está muy lejos de la realidad; la mayoría de las casas están sin recubrimiento externo, es decir, lucen los bloques de tabicón con que fueron construidas, bloques de color gris monótono que inunda la vista. Pensé en toda la gente que construye sus casas y que las dejan sin recubrir, sin "vestir", tal vez por falta de recursos o tal vez por desidia, sin pensar que el recubrimiento externo es importante en las construcciones por la protección que brindan a los tabiques "desnudos", del sol y de la lluvia.
Independientemente de esto, me parece que la apatía de la gente comienza por lo gris que es su entorno, estamos olvidando la calidez de un "Buenos días" por parte de la vecina que sale temprano a barrer su calle, o los reflejos del sol en las fachadas multicolores de antaño (recuerdo cómo buscábamos el color más adecuado para que nuestra casa luciera bonita), o más aún: las casas adornadas con macetas con distintas plantas y flores e incluso con incrustaciones de azulejo o cantera; ya casi no se ve eso. Hemos cambiado mucho, no sé si por la cantidad de gente, por las aglomeraciones en las ciudades, por el crecimiento desordenado de los asentamientos o por la carrera diaria por la sobrevivencia; lo cierto es que entre más gente está a nuestro alrededor, menos contacto humano tenemos unos con otros y es triste.
Nos estamos convirtiendo en seres grises....como nuestras grises casas.